THE KITE RUNNER

Carla Vogel

La verdad soy una persona bastante fácil de complacer, ya que me gustan casi todos los géneros de películas. Pero tengo que decir que nunca había visto una película tan buena como The Kite Runner. Es una película que definitivamente se encarga de cambiarle la vida al espectador, ya que genera en él una experiencia inolvidable al jugar con sus emociones.

Es una película que a través de todo el relato, busca mandar un mensaje claro pero con esperanza, el cual es que “siempre existe una manera de ser bueno nuevamente”. O más bien, que siempre existe una manera de remendar los errores del pasado, lo único que debes de hacer es admitirlos y corregirlos antes de que sea muy tarde. Y es que a veces no nos damos cuenta de las personas que realmente valen la pena, hasta que les hemos hecho mucho daño.

Basada en una de las novelas más aclamadas de nuestros tiempos, The Kite Runner, cuenta la profunda y emocional historia de una gran amistad, una familia, unas decisiones mal tomadas que llevaron a errores devastadores, pero que al final terminaron en cuenta de un amor incondicional. En un país dividido y al borde de la guerra, dos amigos que desde la infancia han llevados sus vidas por el mismo camino y que han buscado un mismo destino, están a punto de ser separados para toda la eternidad. El día menos inesperado en Kabul, cuando todo parecía indicar que era una tarde gloriosa después de ganar un torneo de papalotes, un acto de traición y falta de coraje por parte de uno de ellos, hizo que sus vidas cambiaran para siempre. Ahora, después de 20 años de vivir en América, Amir regresa a un peligroso Afganistán regido por los Talibanes, para confrontar los secretos que lo siguen persiguiendo y para tomar la última oportunidad que le queda para arreglar su pasado y quedar perdonado.
Es una película que va mucho más allá de lo esperado. Y más porque no utilizan artistas conocidos, sino que el equipo es un grupo de personas “no actores” que fueron contratados en Afganistán y en Asia Central. Lo que la hace mucho más creíble ante el espectador.



Creo que lo único que realmente puedo decir, es que me quedo sin palabras ante este increíble trabajo realizado por el director Marc Foster. Les aseguro que no se van a arrepentir de verla, al contrario, van a agradecer por haber encontrado una película tan profunda y conmovedora como ésta.